Nota por Cata Wakstein publicada originalmente en El Planteo. Más artículos por El Planteo en High Times en Español.
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Con 23 años, Santa Salut ostenta un tatuaje de Wu Tang Clan en su antebrazo que recuerda que la vieja escuela no se trata sólo de edades, sino también sonidos. Y, al igual que muchos raperos de la escena española, los comienzos de Santa Salut se remontan a las batallas de gallos. Pero, curiosamente, no como MC, sino como espectadora.
“Cuando empecé a ir a batallas y vivir de cerca lo que era el rap en la calle, veía un muro bastante grande. En esas épocas, me hubiese encantado tener los ovarios de improvisar y equivocarme y que me dé igual lo que me dijeran”, confiesa la rapera catalana.
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—¿No estamos a tiempo de verte en el circuito del rap competitivo?
—Es mucho. A mí me encantaría y he trabajado mucho en mi improvisación. Estoy bastante contenta, pero no sé si tengo la capacidad de concentración. Tengo que trabajarlo.
—¿Tu experiencia personal te ayuda a dimensionar la influencia que tenés en las chicas que te ven arriba del escenario?
—No pienso mucho en ello, pero sí: obviamente que lo siento porque no fue hasta que vi a una chica en las batallas que dije “vale, yo también puedo estar ahí”. Ojalá se inspiren en mí. Si le sirvo a cualquier chica para que se vea capaz de hacer eso y cualquier otra cosa que ella considere, estaría encantada.